miércoles, noviembre 24, 2010

Fruta en el museo. Archimboldo.


Cuando eres capaz de sentarte delante de un cuadro en un museo y mirar hasta prácticamente partir en pedacitos ese cuadro, creo que verdaderamente te has cargado el arte. No en sentido literal, sino en sentido figurado, porque el arte no es observar durante horas hasta perder el conocimiento o partir el cuadro en mil piezas que no sirven para nada, sino saber mirar más allá de las formas de lo bello, más allá de las formas que ese cuadro te evoca y de lo que está pintado, para luego ser capaz de visualizarlo en tu mente y tranquilamente, trocearlo saboreando pieza a pieza. En un museo es imposible, la gente pasa a veces gritando y la luz no es demasiado buena, eso si aprecias tu vista. En un museo disfruta de la pincelada y de ver el cuerpo, luego en la tranquilidad de tu cuarto, saborea el cuadro que ese artista dejó para la posteridad.
Un cuadro es la pieza de fruta que más veces se come, y a veces el arte, realmente se vuelve fruta.

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