lunes, marzo 22, 2010

Una mirada perdida en un vagón de metro,
busca una salida dentro de un túnel, porque hoy es lunes y estoy dentro de un túnel,
el fin de semana lejos de casa, en la ignorancia de lo que ocurría
pero el lunes llegó con noticias que hacen que quiera ocultarme en mis gafas de sol.

Ningún lunes es bueno, ¡maldito el que inventó el lunes!
porque hoy quiero matarle.
Parece que todo vuelve a ser igual que antes,
pero los parpados se me caen, no entiendo por qué motivo,
pero se caen.

Quiero llorar y reír al mismo tiempo,
quiero olvidarme de la semana pasada y empezar de nuevo.
¡Borremos y empecémos!, te diría, pero no es lógico,
al menos para mí.

Instalada en mi zulo miro el sol por la ventana,
me quema los ojos, igual que la lágrima que no llegó a salir esta mañana
pero, ahí está, esperando a brotar.

Nada de esto tiene sentido, es lunes, los lunes son sin sentido,
espero que el martes me devuelva la cordura,
espero sonreir sin miedo con el espacio entre los dedos.

Nada importa cuando es lunes,
y me pierdo en un abrazo.

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